sábado, 22 de diciembre de 2012




He dejado de lado este gusto por escribir de mi vida. Suena un poco autorreferente, sin embargo, considero que mi vida contiene buenos elementos dramáticos que son posible desarrollar con un poco de tiempo y dramatismo literario. Porque me gusta el drama. Eso es importante aclarar: me gusta el drama en todo el sentido de la palabra. Cuando tenía varios años menos, viví un par de esas experiencias que marcaron mi vida, ya sea por la edad en que las viví o por el hecho mismo que me tocó vivir. Con esto me refiero al amor a los 18, la angustia a los 21, el desamor a los no sé... En todos esos relatos, que son parte de este y otros blogs ya muertos, han tenido, tiene y siempre tendrá lugar esa pizca de drama que me satisface a menudo. El Drama. Será que soy una Drama Queen? y debo confesar que no es sólo ese drama en los relatos el que me llena de gozo, sino que también el drama que viene implícito en los actos y vivencias del día a día. Digo -  a menudo - que me gusta el drama en las relaciones, me gusta pelear, discutir, e incluso, he llegado a asumir que recurro frecuentemente a mis trancas reflexivo-sentimentales para originar conflictos y así poner un poco más de sazón a lo que sea necesario según mi necesidad. La discusión por ejemplo - expresión del drama- es liberadora. Como no sentir que todo se detiene y vuelve a nacer cuando estás obcecado gritando tus ideas/sentimientos frente a la cara del otro, quien te escucha atento - y muchas veces sin interés-  y que piensa al mismo tiempo "no entiendo qué le pasa". Pues entienda usted que estoy  dando vida a la vida. Vida a la relación, vida al momento que siento está muriendo. Reviviendo las furias del alma humana, que para mi, es originalmente salvaje y que ha sido evangelizada/colonizada/convencida de ser civilizada, porque "así debemos vivir los seres humanos" Claras están esas convenciones gracias a las auto-imposiciones sociales que nos gobiernan, resultando reprimidos, entristecidos y enfermos. 

Me sé bruta, salvaje, agresiva. Siento que es mi esencia. Siento que si buscara una forma de ser más suave con el mundo, no lograría encontrarla, porque mi alma es furiosa y enloquece cuando todo debe estar en paz (en modo civilizado), por eso busco el drama, la discusión, el problema para plantear y debatir con pasión. Así es como libero mi alma. Lamento no ser sutil, dulce and softly. No es parte de mi. ¡Pium pium!

Frnnd.