Este es el único lugar donde puedo escribir todo lo que siento y pienso. Recuerdo que estabas tan en contra de que tuviera un blog, creo que nunca entendiste que era mi forma de deshogar mi corazón. Ahora sigo pensando que este ha sido el mejor medio para mostrarme, porque no me mido ni pienso mucho lo que escribo, dejo que todo fluya tal cual lo siento. Debo, de todas formas, confesar que es primera vez que me cuestiono tanto escribir algo, que quizás jamás leerás. Si tienes la posibilidad de hacerlo, de verdad, no importa. Lo único que quiero es poder sacar esto que está en mi mente-garganta-estómago-corazón. Han pasado varios meses de que ya no estamos juntos y al comienzo fue tan imperceptible la pérdida que no dimensioné lo que significaba, pero qué podía hacer si las circunstancias se dieron así, y no fue algo que yo haya planeado. Asumo que en un inicio no sentía tanto el quiebre, y no sé si tu lo sentiste como se supone es lo normal, de todas formas, el no vivirlo en el momento debido trajo consecuencias, porque, finalmente, todo cayó y logré dimensionar lo que había sucedido. Me ha tomado harto tiempo este proceso, pero no me asusto, solo me desespero. Me conozco y sé que soy de procesos largo, porque a diferencia de muchos, para mi lo válido es quedarme con nada de sentimientos hacia ti en mi cuerpo. Sin embargo, estoy cansada ya. Es que todos los días estás ahí, y no es para menos, fue una gran historia. Una historia con buenos-malos momentos, así como es la vida por lo general. Tan llena de amor e intensidad. Llena de aprendizaje y cuidado. De complicidad y corazón. Cuando me dijiste que eras mi último y mejor referente del amor, tenías razón. Lo asumí en ese mismo segundo, pero sería injusto pensarlo toda la vida. Debe haber alguien mejor. De todas formas, a diario te extraño y te recuerdo, porque está todo en la capa mas profunda y en la capa más superficial de algo que se ubica entre mi cabeza y estómago y que está hecho para sentir (es difícil explicar). Recuerdo tus ojos, tu boca, tu piel, tu voz, tus manos, tu cuerpo, tu forma de caminar, tu sonrisa, tu suavidad, tus lunares, tus piernas, tu cuello, tu nariz, la textura de tu piel. Estuve tan cerca y ahora tan lejos de tí y te extraño. Quizás tu eres esa persona que existe en el universo con la que nací conectada, pero es tal nuestra conexión que supera la química de la razón y jamás tendremos un final feliz. El primer final fue triste, el segundo final fue terrible, porque me di cuenta que realmente te habías ido y no estarías más ni cerca, ni lejos de mi. Algunos dirían que me las podría haber jugado, pero el cuerpo no me daba más que para decirte que aún sentía cosas por tí. Sabía que había pasado agua bajo nuestro puente, que ya no es nuestro. Entonces, me sentí injusta al querer "jugarmelas", me sentí invasiva y me fui. No había nada más que perder, ni tampoco nada más que ganar. El tiempo y la distancia habían hecho lo suyo y aquí estoy y allá estás tú. Quién está mejor, creo que tú, -me suele pasar- y aunque lo encuentro injusto, dentro de mi hay una voz que dice que no lo es. Así que me limitaré a seguir viviendo estos recuerdos que alegran, duelen y emocionan. Solo quiero decir que no me da pudor asumir que te extraño cada día. Así serán los próximos días, con llantos, con penas y olvidos. Quién sabe cuánto tiempo este duelo durará.
hoy el universo es lo que ves
tu cuerpo ya no es mi rincón
hay elementos que ahora están demás
tantos nombres para esta pared
el muro no retrocedió
estos lamentos tmapoco lo harán caer...
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